Los expertos advierten a los padres de que se trata de un ‘desorden de adicción’ La cuarta parte de los menores ha cambiado de modelo hasta cuatro veces.
Al borde de la adicción al teléfono móvil, los niños españoles han encontrado en este aparato mucho más que un sistema de comunicación. Aunque técnicamente no se puede hablar de dependencia, una encuesta realizada entre chavales de 11 a 17 años desvela que un 28% confiesa su agobio por el hecho de prescindir del celular y otro 10% reconoce «haberlo pasado fatal» sin él. Aparte de las secuelas psicológicas, la ‘movilmanía’ acarrea un gasto nada desdeñable: un 25% de los participantes en el estudio confiesa que el uso del teléfono les ocasiona un desembolso de 20 euros al mes, una factura que casi siempre asumen los padres.
Una vez dada la voz de alarma, los expertos apelan a la responsabilidad de educadores y familias. De acuerdo con los especialistas, el abuso del móvil puede ser tipificado como un ‘desorden de adicción’ que es necesario atajar cuanto antes, con la colaboración de las compañías de telecomunicaciones.
A la luz de las conclusiones del informe ‘Seguridad infantil y costumbres de los menores en el empleo de la telefonía móvil’, se constata el uso intensivo y consumista que hacen los más jóvenes del aparato. La mitad de los menores envía mensajes SMS a sus amigos a diario. La encuesta, que se ha hecho en la Comunidad de Madrid pero cuyos resultados son extrapolables a toda España, pone de manifiesto que los niños han incorporado el móvil a sus vidas como un instrumento más de ocio. Sin embargo, su uso descontrolado puede acarrear consecuencias indeseables.
La asociación Protégeles, entidad que ha elaborado el estudio a instancias del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, ha descubierto que en un 11% de los casos el chaval ha llegado a engañar, mentir e incluso sustraer dinero a sus padres para abonar el saldo del terminal.
Hablar es lo de menos
El móvil sirve para muchas cosas más que para hablar. De hecho, sólo un 24% de los menores efectúa llamadas a diario, frente al 50% que envía SMS casi cada día. Uno de cada cuatro manda durante el fin de semana entre diez y veinte mensajes de texto. Un 77% de los menores se ha descargado tonos o melodías, un 68% logos y fondos y un 30% ha adquirido juegos. Los varones compran más juegos y productos por el móvil, mientras que las niñas son más propensas a mandar SMS.
Nuñez Morgades informó de que enviará el estudio al Ministerio de Industria para demandar la creación de una comisión de seguridad en la secretaría de Estado de Telecomunicaciones que vele por la seguridad de los menores. También tiene previsto entrevistarse con los responsables de las compañías proveedoras con el fin de que discriminen mejor a sus clientes e impongan ciertos filtros.
Llamada a los padres
El Defensor del Menor invitó a los padres a tomar conciencia del problema, como ya han hecho con los riesgos que entraña Internet.
Hay sobrados motivos para exigir un mayor rigor y restricciones al empleo del móvil. Del informe se desprende que un 18% de los menores confiesa que se ha sentido acosado sexualmente a través del móvil. Además, un 9% ha recibido o se ha descargado imágenes pornográficas en su terminal, mientras que un 7% chatea no sólo con amigos, sino también con desconocidos. Otro 19% admite haber enviado mensajes de tono amenazador o insultante.
LOS DATOS
Gasto: El 41% de los menores con móvil gasta menos de 12 euros mensuales en el teléfono y un 34%, entre 12 y 20 euros. Un 18% se ve obligado a abonar entre 20 y 40 euros y el 7% restante dice consumir más de 40 euros al mes.
Fórmula: la fórmula del prepago, a la que está suscrito el 69% de los encuestados, es la más adecuada para controlar el gasto de los hijos.
Mensajes: Un 72% de ellos ha recibido SMS que incitan a participar en apuestas, sorteos y juegos de azar, y a un 68% le llegan mensajes no solicitados.
Moda: un 78% ya ha tenido más de un aparato. De éstos, el 24% ya va por su tercer móvil y otro 24% lo ha cambiado en cuatro ocasiones.
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