Ya sea en un casino, en los juegos de azar o en las carreras de caballos, existen personas que no pueden disfrutar sanamente de estas distracciones. Es la ludopatía, un trastorno del control de los impulsos.
Esta enfermedad descrita por la Asociación Psiquiátrica Americana en 1980, se puede evidenciar en jugadores que pasan muchas horas en el lugar donde juegan, por lo que descuidan a su familia, amigos, trabajos y/o estudios.
La patología presenta síntomas físicos como una excesiva sudoración en las manos, aumento de la frecuencia cardiaca y náuseas.
La experiencia que viven los jugadores patológicos se asemeja a la de otras adicciones como el alcohol. El doctor Alejandro Koppmann, psiquiatra de la Clínica Alemana, afirma “que muchos buscan acción cuando quieren experimentar una sensación similar a la que viven los cocainómanos”
De hecho, estudios afirman que la ludopatía tiene una estrecha impulsividad, lo que puede evidenciarse por elevadas tasas de abstinencia de sustancias, altos índices de suicidio entre jugadores, a hiperkinéticos y déficit atencional en la infancia.