Esta cifra ha sufrido un incremento constante desde 2001, cuando la inversión ascendía a 185 euros.
La Lotería es la estrella de los sorteos, aunque el Euromillón ha calado hondo en la provincia.
La afición de los alaveses a los juegos de azar viene de lejos. Así lo demuestran los datos, que hablan de un incremento constante del gasto desde 2001. De hecho, hace cuatro años cada ciudadano de la provincia se gastaba 183 euros de media en los sorteos que promueve la entidad pública Loterías y Apuestas del Estado. Ahora, la inversión supera ya ligeramente los 208 euros, es decir, un 12% más.
Aunque se trata de una tendencia similar a la registrada en el resto de España, el delegado del organismo de la provincia, Alberto Ruiz de Arechavaleta, destaca “la buena aceptación que siempre ha habido en Álava”.
Loterías y Apuestas del Estado gestiona los juegos de la Lotería Nacional, la Quiniela, la Primitiva, el Gordo de la Primitiva, la Bonoloto y el Euromillón. Es el primero el que tiene una mayor tradición y el que acapara una mayor inversión. Así, de los 61,2 millones de euros que se gastaron los alaveses en año pasado a la hora de adquirir billetes o rellenar boletos, alrededor de 32, más de la mitad, correspondieron a la Lotería, en su versión de Navidad –la más popular-, El Niño o la de los jueves y sábados. Cada ciudadano del territorio destinó por este concepto 108 euros.
Pero uno de los sorteos que ha calado hondo en el territorio ha sido el del Euromillón, que comenzó en febrero del año pasado. En casi diez meses, el gasto ha sido de casi 10 millones de euros, algo así como 85.000 euros casa semana o 13 euros por alavés. “Está muy bien. La respuesta ha sido muy buena porque los premios tampoco están tan mal” asegura Ruiz de Arechavaleta.
Esta euforia por el Euromillón ha llevado consigo, como es lógico, un ligero descenso de la inversión en las otras modalidades de juego. “El nacimiento de uno nuevo siempre lleva consigo una especie de canibalismo hacia otros”.