La adicción al juego continúa presente en muchos hogares alaveses. Cerca de 5.000 personas están afectadas, de forma directa o indirecta, por el trastorno de la ludopatía. Y una de cada tres es una mujer. Las responsables de la Asociación alavesa de jugadores en rehabilitación (Asajer) dieron a conocer ayer el balance de 2004 -con más de 1.000 consultas-, para insistir de nuevo en la incidencia de esta enfermedad entre las féminas porque es «un colectivo del que se habla poco».
La soledad o la incomunicación son dos de las razones que llevan a las mujeres a caer en esta adicción. Sin embargo, son pocas las que deciden dar el paso y solicitar ayuda, aunque sí acuden para acompañar a maridos o novios. De hecho, de los 50 alaveses que están sometidos en la actualidad a un tratamiento tan sólo hay una mujer. «Cuando llegan a la agrupación lo hacen de forma oculta y sin que su entorno lo conozca», expuso la presidenta de Asajer, Idoia Axpe.
También es complicado que finalicen el periodo asistencial. «Viven su problema a escondidas y avergonzadas y cuando no hay respaldo no puede salir bien», añadió. Según los datos barajados por el colectivo, el perfil de las afectadas es el de una mujer de mediana edad -entre 40 y 55 años-, casada y con hijos mayores.
Campaña
«El grado de deterioro con el que se enfrentan al tratamiento es mayor que el de los hombres», argumentaron. Por este motivo, la agrupación pondrá en marcha en junio una campaña de sensibilización bajo el lema ‘Tienes una salida’. Promoverá mesas redondas con especialistas, afectados y jugadores que analizarán las consecuencias de este trastorno.
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