Los jóvenes alaveses juegan “más habitualmente” por el fácil acceso a los móviles. La incorporación de los cofres de recompensa equipara este ocio a las apuestas y el azar.
El fácil acceso a las nuevas tecnologías por personas de toda edad y estrato social ha generado en los años recientes nuevas formas de adicción y problemáticas que atajar para la Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación (Asajer).
Y los videojuegos, que en muchos casos se parecen cada vez más a los juegos de azar, representan una de esas amenazas, además entre personas cada vez más jóvenes.
El porcentaje de consultas relacionadas con el abuso del ocio digital, fundamentalmente videojuegos, que llegan a Asajer supone un 14% del total
A día de hoy, Asajer trabaja con una veintena de familias del territorio por problemas de adicción a los videojuegos de sus hijos menores. A falta de cerrar los datos del presente ejercicio, las consultas relacionadas con las nuevas tecnologías acaparan ya en el colectivo el 14% del total.
Los jóvenes juegan “cada vez más habitualmente” por esa generalización de los móviles y las tablets y “el proceso de desarrollo de los problemas va mucho más rápido”, tal y como contextualiza en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la psicóloga del colectivo, Ana Herrezuelo. “No hay el mismo control”, apostilla la especialista.
La incorporación de los micropagos, ya sea en forma de free to play –juegos gratuitos que incluyen mejoras para desbloquear a cambio de dinero real– o los de cofres de recompensa –se pagan a cambio de un premio aleatorio– están generando además “muchas dificultades”.
El Ministerio de Consumo ha impulsado una normativa para prohibir estos loot boxes entre los menores de edad, aunque se encuentra todavía “en proceso” y el cambio de legislatura la retrasará todavía más.
Las frases de Ana Herrezuelo, psicóloga de Asajer
- “Los videojuegos y los juegos de azar eran dos mundos totalmente diferentes y los perfiles no tenían mucho que ver, Pero se han ido acercando”
- “La incorporación de los ‘loot boxes’ ha generado muchas dificultades. Consumo ha impulsado una normativa, pero aún está en proceso”
- “Pueden darse situaciones de cierta gravedad: Desde sustracciones de dinero hasta distintas formas de mayor violencia”
- “El juego como tal puede ser saludable, pero siempre que se use adecuadamente. No se trata de que no jueguen, sino que lo hagan de forma moderada, y a juegos adecuados a su edad”
«Antes eran dos mundos totalmente diferentes y los perfiles no tenían mucho que ver. Pero se han ido acercando. Hasta el punto de que hay personas que en su momento han abusado de los videojuegos y después han pasado con mucha facilidad al azar, a las tragaperras, la ruleta, el póker o las apuestas”, remarca .
En los peores escenarios, además, “pueden darse situaciones de cierta gravedad” que ya han llegado a la sede de Asajer en Gasteiz. “Hablamos de sustracciones, de robos o de distintas situaciones de mayor violencia. A veces se les intenta quitar el aparato y pueden actuar con agresividad, insultar, romper cosas, ejercer la violencia física, autolesionarse… cuando se llega a este tipo de situaciones, se encienden todas las luces de alarma. Pero a las familias les cuesta pedir ayuda”, reconoce la psicóloga.
8-10 años es la edad media de inicio para el uso de videojuegos. Las demandas que llegan a Asajer en este campo suelen ser de familias con hijos en problemas.
La edad media en el inicio del uso de videojuegos está “en torno a los ocho o 10 años” y la mayor parte de las demandas que llegan a Asajer vienen derivadas de problemas entre menores de edad: “de niños de nueve o diez años a adolescentes de 17”, acota Herrezuelo. En el caso de los juegos de azar, el debut se produce en torno a los 14 años y las demandas “mayoritarias” se dan entre jóvenes de 18 a 25.
En el caso de los juegos de azar, el debut se produce en torno a los 14 años y las demandas “mayoritarias” a Asajer se dan en la franja de edad entre los 18 y los 25 años
‘Boom’ tras la pandemia
“Sobre los videojuegos siempre hemos recibido alguna consulta. Pero a raíz de la pandemia, se vio claramente que el abuso de las pantallas y los videojuegos aumentó”, según Herrezuelo. Y aunque ahora “la situación está más tranquila”, no implica que el problema haya desaparecido.
“La preocupación está, pero parece que se ha normalizado. Hay consultas, pero a la hora de ver qué van a hacer, muchas familias se quedan paradas. Antes, generalmente, se daba el paso de hacer algo”, subraya Herrezuelo. Por ejemplo, pedir ayuda psicológica.
“Por eso el papel de las familias es tan importante, pero han perdido cierta autoridad. La clave está en empezar a educar a los niños desde que tienen contacto con las pantallas”, resume.
Apuntes
- Nuevas problemáticas. El fácil acceso a las nuevas tecnologías por personas de toda edad y estrato social ha generado nuevas formas de adicción y problemáticas que atajar para la Asociación alavesa de jugadores en rehabilitación. Asajer trabaja a día de hoy con una veintena de familias del territorio por problemas de adicción de sus hijos menores a los videojuegos. A falta de cerrar los datos del presente ejercicio, las consultas relacionadas con las nuevas tecnologías acaparan ya en este colectivo el 14% del total.
- El contexto. Los jóvenes juegan “cada vez más habitualmente” debido a la generalización de los móviles y las tablets y “el proceso de desarrollo de los problemas va mucho más rápido”. La incorporación de los micropagos, ya sea en forma de ‘free to play’ –juegos gratuitos que incluyen mejoras para desbloquear a cambio de dinero real– o de cofres de recompensa – se pagan a cambio de un premio aleatorio– están generando además “muchas dificultades”. Según Asajer, a raíz de la pandemia se vio “claramente” que el abuso de las pantallas y los videojuegos aumentó entre los más jóvenes.
Noticia publicada en www.noticiasdealava.eus el 04·09·23 | 09:23 por Carlos Martínez Orduna